Bar Ramón 2: Los Chicos 1

Como si fuéramos unas estrellas del R&R, el viaje a la ciudad condal lo hicimos en avión. La próxima en un jet privado, pero vamos poco a poco. Nada más llegar a Barcelona, os podéis imaginar dónde fuimos siendo las 3 de la tarde y estando todos hambrientos. Pues sí, está claro, al Bar Ramón. David, el dueño, nos ve y se asusta ya que se creía que iríamos solo a la cena, que era la comida oficial. Y se asustaba porque se imaginaba la que le venía encima con nosotros rondando por allí desde mediodía. Allí aparece Pili, a la que he robado todas las fotos que vais a ver, y el video del piña. Total, que nos tomamos unas cervecillas y les decimos que nos vaya sacando un variado de tapas, lo que les dé la gana, ya que sabemos que no iban a fallar, así que cayeron, no necesariamente en este orden, croquetas de cabrales, albóndigas al chocolate, berenjenas rellenas de carne picada, oreja, callos, carne, alitas de pollo, pizzas de gambas y un queso muy rico que no me acuerdo cual era, una movida de pescado que no me acuerdo que era pero estaba de cagarse, y mas cosas. Luego los correspondientes licores, carajillos, cafés, etc. Etc. En todo este tiempo fueron llegando algún meow, el gran David Gil (el letrado) y también apareció por sorpresa, tanto para él como para nosotros, el loco valenciano (valga la redundancia) Ramón, a veces confundido con Carlos Segarra por su afición a entonar en un mismo día del orden de 3.462.986 veces el Mediterráneo de Los Rebeldes. Tras la comida también aparecieron nuestros queridísimos Chema y Raul de Los Creyentes, que habían ido desde Úbeda a celebrar el cumple de Chema.

Tras esto, algunos se van a hacer "turismo", otros nos vamos a cargar el equipo y otros se quedan en el Ramón (suertudos ellos jeje), así que, como yo, lo que viví cargando el equipo no es muy emocionante, esta parte me la salto y nos transportamos directamente de nuevo a la puerta del Ramón, donde nos estaban esperando el comando Ramón, ya que habían cerrado un rato para limpiar (y descansar de nosotros un poco tb, seguro jeje), momento que habían aprovechado para conocer otro bar de la zona llamado Conan, donde pudieron “disfrutar” de tonadillas de Mago de Oz y similares. La cosa es que nos recibieron con diversos cachivaches que dieron juego, ya fuese como máscaras, gafas, o cualquier cosa la que pueda llegar la imaginación perturbada de algunos “seres humanos”.

Se acercaba la hora de la batalla, las 9 de la noche. Ya se empezaba a caldear el ambiente (en realidad llevaba 6 horas caldeándose jeje) y empezaban a llegar algunos rezagados, que aun no habían hecho acto de presencia. Como reza el titulo del post, perdimos, dejamos comida, de hecho hubo un momento en que hubo que decir que no sacasen nada más. Cuando pasó esto me acordé de un capítulo de los simpsons en el que Homer pierde el apetito y no quiere comer más, y dice “oh no, me he convertido en la clase de persona que siempre he oidiado” jajaja. Vamos 2-1, nos han remontado. Hay que aceptar la derrota, y aprender de los errores, y lo de llevar desde las 3 comiendo y bebiendo sin parar creo que hizo merma en nuestra capacidad a la hora del duelo, pero a estas alturas no nos vamos a arrepentir, porque menudas risas de tarde nos pasamos, así que, que nos quiten lo bailao jeje. A las cosas que nos pusieron a mediodía hay que sumarle unos quesos muy ricos, unos torreznillos brutales, unas alcachofas que luego dieron mucho juego para recrear disfraces varios,... Vamos, que con hambre no nos fuimos.

De allí directos a la prueba y a tocar. La prueba bien, el sitio suena de pelotas, así que acaba y nada, a esperar a que empiecen los Meows. Y cual es nuestra sorpresa cuando vemos que el garito se va llenando y que hay unas colas bastante tochas en la puerta. Nunca podríamos haber esperado que fuese a venir tanta gente a vernos (muchos vendrían a ver a los meows, no nos engañemos), la verdad, pero era un gusto ver tanta gente. No sé calcular gente así a ojo, pero creo que alrededor de 300 personas sí que podría haber. Los meows, brutales. Como rezaba el cartel que hizo Antonio, van sobrados de clase, y tienen unas canciones acojonantes, así que, como era de esperar, dieron un bolazo brutal. Sin duda, uno de los mejores grupos de España.

Luego salimos nosotros. Estuvo de puta madre, eso sí, hacía un calor de muerte, y yo lo pasé mal en algún momento, pero todo lo compensaba el ver tanta gente viéndonos y disfrutando, bailando, con sonrisas en sus caras,... nos lo pasamos bien, repartimos lonchas de embutidos varios, salimos a la calle con los trastos de la batería, arriesgando nuestra integridad física ya que a los porteros no les hizo mucha gracia,... Vamos, que fue un placer increíble tocar el sábado pasado. El concierto lo aprovechamos para hacer una pequeña fiesta de presentación del Granuja Rock (festi en el que tocamos la semana que viene), así que regalábamos 5 invitaciones (entrada + cena). Durante el día habíamos pensado varias preguntas para el concurso de las cuales sólo usamos 2, y al final las 5 entrada fueron para el que adivinó 3 raciones del Ramón, quién era Antonio y quién Gerardo, quien grabó con nosotros Play it for Real, la que le trajo un gin tonic a rafa, y como última prueba, uno de los momentos mas delirantes de la noche, el concurso de quién hacía el escorpión, con gente subiendo al escenario haciendo piruetas varias, pero hasta que Piña no les hizo un ejemplo, nadie sabía cómo hacerlo, así que, mientras Chema Creyentes sustituyó en un trozo de una canción a Piña, este nos deleitó con el mejor escorpión de la noche. Aquí unas instantáneas de nuestro concierto.

Y aquí, Piña, el Rey Escorpión, pero que por motivos obvios no participaba en el concurso.

Luego, en el camerino, unos a descansar, otros de fiesta haciendo el mongol para variar jeje

Y luego a dormir al lado del Goya al mejor documental del 2.008.


Muchas gracias a los Meows y a David del bar Ramón por tratarnos tan bien y a los que nos acompañasteis en nuestra aventura barcelonesa.